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El mercurio en las lamparas de bajo consumo

Las lámparas de bajo consumo constituyen una buena solución para sustituir las lámparas incandescentes ya que estas últimas son emisoras de GEI (Gases de Efecto Invernadero).


Ventajas de las lámparas de bajo consumo en relación a las incandescentes

- Permiten ahorrar un 75 % de energía, debido a su alta eficiencia respecto a las lámparas incandescentes tradicionales.
- Tienen una duración estimada de 8.000 horas, lo que representa una vida útil de entre 6 y 8 años, aproximadamente.
- Al momento de comprar lámparas de bajo consumo es importante fijarse que posean la etiqueta que las certifique como de clase A, lo que asegura máxima eficiencia (más luz emitida en relación a la potencia consumida) y menor concentración de mercurio (5 miligramos o menos). Ver más información sobre el Sistema Nacional de Etiquetado.


Aspectos a tener en cuenta en el manejo de lámparas

Las lámparas de bajo consumo contienen una mínima concentración de mercurio (10 veces menor, por ejemplo, a la de los tubo luz comunes y una cantidad significativamente inferior a la de los termómetros clínicos).

Si son usadas y manejadas de manera adecuada, no constituyen un riesgo para las personas y el medio ambiente.

Durante el uso normal de una lámpara eficiente, no se libera mercurio al medio ambiente, ya que está confinado en un envase de vidrio hermético y no tiene contacto directo con la piel ni otros órganos del cuerpo, por lo tanto, no pone en riesgo la salud de la población.

El mercurio en las lámparas de bajo consumo

El mercurio (Hg) es un metal pesado, líquido a temperatura ambiente, que se volatiliza con facilidad y puede trasladarse grandes distancias una vez que es emitido a la atmósfera.

En medios acuáticos, puede ingresar a la cadena trófica a través del plancton y los peces, y su ingesta acumulada puede ocasionar efectos nocivos sobre la salud humana.


Recomendaciones en caso de rotura de una lámpara de bajo consumo:

  • Evitar pisar los restos de la lámpara.
  • Antes de limpiar, ventilar la habitación.
  • No usar la aspiradora.
  • Retirar los residuos cuidando no contaminarse las manos.
  • Envolver los residuos con papel de diario y otro envoltorio resistente antes de desecharlos.
  • Limpiar con un papel o un paño húmedo desechable las superficies que pudieran haberse contaminado con material del interior de las lámparas. Este papel o paño debe desecharse con los mismos cuidados que el resto de los residuos.
  • Lavarse las manos con agua y jabón.


Disposición final de los residuos de las lámparas de bajo consumo

En diciembre de 2015 comenzó a funcionar el primer Sistema de Gestión de Lámparas Fluorescentes Compactas agotadas (LFCa) del país, denominado Juntalámparas, con el objetivo de dar solución a la disposición final de las lámparas de bajo consumo agotadas de origen domiciliario.

A través de este sistema los usuarios pueden depositar las lámparas fluorescentes compactas que estén agotadas o quemadas en las cajas contenedoras instaladas en los locales de Abitab y Redpagos de todo el país.

UTE, con el apoyo de la Red Nacional Postal de Correo Uruguayo, se encarga de recoger las cajas en los locales de las redes de cobranza participantes, que son trasladadas hasta el lugar de disposición final ubicado en el Polo Tecnológico del Cerro en Montevideo. Allí, la empresa Márgenes del Río S.A. realiza el tratamiento final de los residuos.

Juntalámparas surge de un trabajo interinstitucional entre UTE, el Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) a través de la Dirección Nacional de Energía, el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA) a través de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y el Ministerio de Salud Pública.